Los hilos tensores o hilos mágicos están hechos de polidioxanona, un material reabsorbible y 100% biocompatible que produce una fibrosis tensora, es decir: los hilos crean una especie de maya que sujeta la piel y la mantiene firme y tersa. Provoca un efecto lifting apreciable de forma inmediata a la vez que favorece la producción natural de colágeno.
Estimula el rejuvenecimiento de la piel, aportándole vitalidad, elasticidad y una mayor luminosidad.
Mejora el aspecto de las pequeñas arrugas, los pliegues nasogenianos y la piel flácida.
Los hilos, además, estimulan la producción de colágeno y elastina, lo que ayuda a la piel a mantenerse más elástica.
El objetivo de los hilos es rejuvenecer la piel desde dentro hacia fuera para conseguir unos resultados más naturales con una piel más brillante y tersa.
En ningún caso se trata de rellenar las arrugas o intervenir en la morfología del rostro o del cuerpo, sino que lo que se pretende es mejorar el aspecto de la piel y conseguir un cuerpo y un rostro armónico y bello.
Los hilos se aplican de manera personalizada en función del tipo de piel, su nivel de envejecimiento, la edad del paciente a tratar etc.
Los hilos se colocan de forma rápida e indolora a través de unas finas agujas y sin necesidad de hacer algún tipo de incisión o corte, por lo que no se percibirá ninguna cicatriz ni marca.
Una vez introducidos en la piel comienzan a estimular la producción de colágeno, tensándose así el óvalo facial y eliminándose la flacidez y las arrugas de las zonas afectadas. Si se decide colocar los hilos tensores en el rostro, éstos habitualmente se suelen implantar desde el surco nasogeniano hasta la parte anterior de la oreja o hasta el mentón. De ésta forma el óvalo facial se tensa y se consigue un efecto lifting sin cirugía y más natural.
Por otra parte, en el cuerpo buscan prevenir el avance de la flacidez o reducirla notablemente.
Los hilos mágicos o tensores pueden combinarse sin problema alguno con otra serie de tratamientos, como por ejemplo: lifting facial, mesoterapia facial, rejuvenecimiento facial con plasma rico en factores etc.
Los hilos faciales se colocan en: patas de gallo, entrecejo, frente, pómulos, surco nasogeniano, código de barras, perfil mandibular y líneas de marioneta.
Por otra parte, las zonas en las que más comúnmente se colocan los hilos tensores son: gluteos, cara, rostro, cuello, escote, senos, abdomen, brazos, piernas y alas de murciélago.
La tensión ocasionada por los hilos implantados junto con el edema producido por el trauma propio del procedimiento, ocasiona desde el primer momento un efecto lifting visible.
Los hilos comienzan a actuar inmediatamente. A partir de la tercera semana los efectos reales comienzan a ser visibles.
El punto de máximo efecto se alcanza al cabo de 2 a 3 meses.
Tardan entre 6 y 8 meses en ser reabsorbidos. Durante este tiempo su presencia continúa estimulando la acción de los fibroblastos, aumentando la producción de colágeno y elastina. Esto hace que los efectos se prolonguen en el tiempo una vez desaparecidos los hilos.
Si es necesario se puede repetir el procedimiento implantando nuevos hilos hasta conseguir el efecto deseado. Pueden realizarse retoques en cualquier momento.