Un nevo melanocítico o pigmentado congénito es un parche de piel de color oscuro y a menudo peludo. El nevo congénito está presente al nacer o aparece en el primer año de vida.
Un nevo congénito gigante es más pequeño en bebés y niños, pero, por lo regular, continúa creciendo conforme crece el niño. Un nevo pigmentado gigante mide más de 8 pulgadas (20 cm) una vez que deja de crecer. Se puede hacer cirugía para extirpar el nevo por razones estéticas o si su médico cree que puede convertirse en cáncer de la piel. Cuando sea necesario, se realizarán injertos de piel. Los nevos más grandes posiblemente se tengan que extirpar en varias etapas.
También se pueden usar láseres y dermoabrasión (retirarlos a través de fricción) para mejorar la apariencia. Es posible que estos tratamientos no eliminen todo el lunar, así que puede ser más difícil detectar el cáncer de piel (melanoma). Hable con el médico acerca de las ventajas y desventajas de la cirugía para usted.