La papada hoy en día se puede solucionar mediante una liposucción, pero durante mucho tiempo, incluso en la actualidad, son muchas las personas que se avergüenzan de esta anti-estética acumulación de grasa, y por lo tanto, buscan una solución a la misma.
Uno de los requerimientos estéticos más comunes que se pueden encontrar es la eliminación de la grasa que se acumula bajo la mandíbula, conocida comúnmente como papada. A través de la reducción de papada o liposucción de papada, puedes deshacerte de este cúmulo de grasa que tanto te molesta y lucir un rostro más estilizado. Esta intervención se realiza para mejorar la apariencia del cuello, proporcionando un contorno más delineado y sin abultamientos.
Cuando una persona sufre un considerable sobrepeso, es más propensa a manifestar este fenómeno. La papada, es algo que no se oculta habitualmente bajo ninguna prenda de vestir, y por lo tanto, hace que sea más embarazoso aún, ya que la grasa acumulada en otras partes del cuerpo se disimula más fácilmente con la vestimenta adecuada.
Un examen médico antes de la liposucción de papada es imprescindible para detectar cualquier posible anomalía que pudiera contraindicar la operación. Durante la primera consulta, el especialista le asesorará sobre todas las opciones existentes y dudas del tratamiento.
El cirujano plástico decidirá qué tipo de anestesia aplicar por el volumen de grasa a extraer. Si la región afectada no es muy extensa, la cirugía se efectuará con anestesia local o regional.
>Este procedimiento se realiza por medio de una microcánula, utilizando un método tumescente que requiere la inyección de fluidos a la vez que se extrae el tejido graso de la zona. Este método reduce el dolor postquirúrgico, la aparición de hematomas y cuida los tejidos, dando excelentes resultados.
El cirujano, comenzará la intervención con una pequeña incisión debajo de la barbilla, desde donde podrá acceder a todo el cúmulo de grasa.
Gracias a una pequeña cánula diseñada para este tipo de intervenciones donde los espacios son reducidos, se comenzará a despegar la grasa, y la capacidad de succión con la que se dota a dicha cánula, será quien finalmente elimine el tejido adiposo, de esta forma, el procedimiento es similar al de cualquier tipo de liposucción. Tras finalizar la intervención, el paciente comenzará a sentir un pequeño dolor cuando poco a poco se van diluyendo los efectos de la anestesia.